martes, 3 de febrero de 2009

Almohada...

Mis días son largos, y a la vez muy cortos. No consigo dar cabida a todos mis pensamientos en las 16 horas que suelo estar despierta; al acabar el día siento que ya es la hora de descansar, pero eso nunca es así. Me acuesto en la cama, hablo contigo y me preguntas "¿Qué tal te ha ido el día"?, la contestación es rutinaria "Bien, ¿Y tu?". Y todo lo sucedido hoy termina, y es entonces cuando realizas un repaso general y te das cuenta que no estás bien, que explotan en ti miles de sentimientos, impresiones, inquietudes... Pero el día ya ha terminado, así que das un beso de buenas noches, te das la vuelta, y compartes con la almohada todo lo que no has podido compartir.



P.D: Dedicado a ti.

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